Rafa Nadal logró el pase a la final del Open de Australia tras doblegar a Fernando Verdasco en cinco mangas y cinco horas y catorce minutos de juego. El balear será el rival de Roger Federer en la final del próximo domingo.
Hay partidos que quedarán en los anales de la historia. Este es uno de ellos. La Rod Laver Arena se llenó preveyendo un gran partido y los protagonistas no defraudaron las expectativas. Rafa Nadal, primer cabeza de serie, tuvo que sudar para doblegar a Fernando Verdasco, décimo cuarto favorito, que plantó una batalla que se hizo épica a medida que el reloj iba sumando horas en su haber. Al final, tras 5:14 horas de juego y un marcador global de 6-7(4), 6-4, 7-6(2), 6-7(1) y 6-4, la victoria recayó en el casillero de Nadal, que será el rival de Federer en la final del Open de Australia 2009.
El primer set ya dio buena cuenta de que el partido iba para largo, tanto por la duración del mismo -más de una hora de juego- como por el juego desplegado por ambos tenistas. Mientras Verdasco mostraba un buen porcentaje de servicio y un juego agresivo representado en golpes ganadores, Nadal reculaba dos pasos más atrás de la línea de fondo y parecía timorato a la hora de plantar oposición. El set tuvo que resolverse en el tie-break, donde Verdasco recogió los frutos de su esfuerzo, apuntándose el primer parcial en su casillero. Nadie hasta el mmento había logrado tal hazaña jugando contra el número uno del mundo.
El segundo acto fue más igualado, merced, sobre todo, a la mejoría en el servicio de Nadal. El balear sacó a pasear el latiguillo y dio la impresión de saber cuando apretar el acelerador. Lo hizo en el décimo juego, donde restó muy metido en la pista y logró un punto de esos que se define como “el del torneo”. Logró el primer break del partido que a la postre significaba el set para Nadal. El choque se igualaba de nuevo y volvía a empezar.
El tercer set comenzó con una mala elección de Verdasco, que paraba el choque para solicitar el ‘ojo de halcón’ erróneamente en un punto que supuso el punto de break y posterior ruptura de Nadal. El balear no supo aprovechar la coyuntura y desaprovechó dos parciales de 2-0 y 4-2 más servicio. No era el nadal de las grandes citas y sufría en exceso. El set tuvo que decidirse de nuevo en el tie-break, donde esta vez sí, nadal fue muy superior a un Verdasco que empezaba a tornar el balance de golpes ganadires-errores no forzados en negativo.
Las malas noticias para Verdasco se acumulaban. No sólo estaba a un set de la derrota sino que le aperecían problemas musculares. El madrileño tuvo que ser atendido en un par de ocasiones de su gemelo y cuádriceps izquierdo, pero no tiró la toalla en ningún momento y se vistió del ‘Ché’ para seguir luchando por la victoria. Nadal tomó entonces el dominio del juego, pero seguía sin ser definitivo. Verdasco se veía entonces obligado a jugarse todo, y tras acertar más que fallar, conseguía forzar un nuevo tie-break, el tercero del partido. En éste, Verdasco se apuntó seis puntos seguidos y contra todo pronóstico, forzó la quinta y definitiva manga.
El quinto acto no iba a tener tie-break, pero no por ello se resolvió por la vía rápida. Si se aceleró el juego, con ambos tenistas muy firmes con el servicio, pero volviendo a la misma sintonía que en el juego inicial. Mientras Verdasco optaba por el ‘bakalao’ (juego agresivo), Nadal se decantaba por las nanas (siempre con el mismo ritmo… pausado). El balear y el madrileño acusaron el cansancio y el tenis espectacular se tornó en intercambios prácticos. La experiencia en estos lares por parte de Rafa y los nervios por parte de Fernando, hicieron aparición en el momento cumbre. En el décimo juego, Verdasco falló con el revés e hizo una doble falta que ‘regalaba’ definitivamente el partido a Nadal.
Será Rafa Nadal quien se mida a Roger Federer en la final del Open de Australia; veremos en qué estado físico puede afrontar el balear este nuevo reto. Por su parte, Verdasco se despide de tierras oceánicas con la cabeza bien alta, saliendo como ‘Top-Ten’ y habiendo plantado batalla al ‘mejor tenista del mundo’. Una batalla épica. Un partido que ninguno de los dos podrá olvidar.
Nadal es el mejor!!