PUYOL Y EL BRAZALETE ‘ESCONDIDO’
El capitán del Barça Carles Puyol no renunció a lucir su brazalete con la Senyera pese a las normas de la UEFA. Ambos capitanes debían llevar un brazalete contra el racismo, pero el de La Pobla de Segur mantuvo su brazal habitual aunque notara más presión en su brazo.
XAVI HERNANDEZ, ‘MVP’ Y MARATONIANO
Xavi se ganó a pulso el título de jugador más valioso del partido. El de Terrassa firmó uno de sus mejores partidos desde que está en el primer equipo y recorrió más metros que nadie. 11.369, para ser más exactos, según las estadísticas que ofrece la UEFA en cada partido. Impresionante.
HLEB, EL DESCARTADO
Alguien tenía que quedarse fuera de la lista y le tocó al bielorruso. Alexander Hleb tuvo que presenciar la final desde la grada y desde allí pudo animar a sus compañeros. Quien sí entró en la lista fue el joven central Marc Muniesa, protagonista de un debut agridulce en Primera División.
‘CULÉ’ TONY PARKER
El jugador de la NBA Tony Parker pudo acceder al Estadio Olímpico gracias a su amigo Thierry Henry. Vistiendo una camiseta barcelonista, el francés de los San Antonio Spurs asistió junto a su esposa, la artista Eva Longoria, quien blandía una revista…. ¿del corazón?
EL CAMPO, REGADO Y ‘RECONTRAREGADO’
Se comentó que la manguera actuaría sobre el césped del Estadio Olímpico dado el calor reinante en la capital romana. Los aspersores de la instalación romana no sólo funcionaron minutos antes de que los dos equipos salieran a calentar, sino que también actuaron después de que Busacca pitara el descanso.
ABRAMOVICH, ESE TALISMÁN
Estuvo hace tres años en París viendo el Barça-Arsenal y tampoco quiso perderse la final de Roma. Roman Abramovich, multimillonario ruso y propietario del Chelsea, llegó muy bien acompañado a la zona noble del Estadio Olímpico para presenciar el gran partido entre Barça y Manchester United. Si no tiene pensado ir a la próxima final que juegue el Barça, ¡que le inviten como sea!
LARGAS COLAS EN LOS ACCESOS AL ESTADIO
Era de esperar. Los sufridos seguidores que sudaron sangre por obtener su entrada para la final tardaron lo suyo en acceder al recinto. Los estrictos controles por parte de las fuerzas de seguridad tuvieron la ‘culpa’. Eso sí, en la zona VIP el acceso era más fluido. Como decía hace muchos años ‘la Bombi’, “¿por qué será?”.
FUNCIONÓ LA REVENTA… EN EL MINI ESTADI
Las entradas para presenciar la final de Roma en el Mini Estadi a través de una pantalla gigante volaron casi tan rápido como las del encuentro. Pero la picaresca no dejó de funcionar. En los exteriores del Mini, había quien revendía su boleto para quien tuviera intención de acceder. Vivir para ver.
ANDRÉS INIESTA, RECUPERACIÓN Y CINCUENTENARIO
El de Fuentealbilla nunca olvidará la final de Roma. Se recuperó a tiempo para disputar su partido 50 en la Champions League en el mismo mes en el que cumplió 25 años. ¡Y lo celebró de qué manera! Gracias a él, Eto’o recibió el balón con el que abrió el marcador.